Catálogo de Plomos Monetiformes de la
Hispania Antigua, por Antón Cesariego, Gonzalo Cores y Francisco Pliego
Para el análisis del primer libro
con temática de moneda antigua, me he decido por comentar un título con una
materia singular y poco abordada, editado hace pocos años. El objeto del
estudio en el libro versa sobre los plomos monetiformes acuñados en Hispania
durante las últimas centurias del primer milenio anterior a Cristo. Es un tema
por una parte apasionante debido a las condiciones en las que se acuñaron y los
misterios que aún rodean a este tipo de emisiones, pero un poco espinoso por
otro, al contar con muy poca bibliografía que trate el tema, los hallazgos de
piezas en muchas ocasiones están descontextualizados y la propia naturaleza del
metal usado, no estando los plomos a estudiar en las mejores condiciones de
conservación deseables, dificultando su identificación en muchos casos.
Portada del libro |
El libro se nos presenta en una
cuidadísima edición del año 1987 con tirada de mil ejemplares, tamaño folio,
con tapa dura en tela con sobrecubiertas, papel satinado de gran calidad, 237
páginas y cuarenta láminas. Si tenemos en cuenta las características físicas,
el cuidado que han tenido al redactarlo y que se puede encontrar a un precio
más que razonable, es un libro totalmente recomendado para los entusiastas de
la moneda antigua.
Addendum de la obra |
El contenido de la obra es el
otro punto fuerte que tiene este libro, es un título muy exigente que deja la
presentación, el estudio y la clasificación de las piezas en primer plano,
ocupando la mayor parte de las páginas. En ellas los autores nos introducen en
los antecedentes de los plomos peninsulares, hacen un repaso a los diferentes
usos dados a este metal en la antigüedad, la organización de las sociedades
mineras del suroeste peninsular y se meten en el cenagoso terreno de explicar
el uso al que estaban destinados. Es ésta la parte más complicada del trabajo,
pues la carencia de registros, la aparición de muchas de las piezas sin
documentar y la diversidad de las mismas hacen muy difícil el determinar su
función concreta, al existir tantos tipos diferentes, tamaños y supuestas
funciones distintas. Algunos plomos están clasificados cómo teseras de juego, otros pudieron tener
una función de ficha para canjearla por bienes o servicios y también las había
con valor monetario, existiendo diferentes teorías sobre el uso del plomo cómo
metal para acuñarlas. Por otra parte, el Addendum
es extenso y está muy bien explicado e ilustrado con dibujos para facilitar al
lector la visualización de los distintos elementos que componen estos plomos.
En la parte final se nos deleita con unas buenas láminas de fotografías de las
piezas en blanco y negro, que nos servirán de estupendo complemento para el
catálogo. El único lunar que se le puede sacar a este libro es que aunque sea
de edición reciente, ha quedado algo desfasado al ir apareciendo nuevos plomos,
pero también es algo inevitable y deja la puerta abierta a nuevos títulos sobre
esta temática tan poco explorada.
Una de las láminas |
El estudio y coleccionismo de
estos plomos monetiformes ha estado pasando de puntillas por la numismática,
debido a la escasez y al mal estado de conservación en el que aparecen, pero
con estudios como el que nos ocupa, no supondrá ningún problema el acercamiento
a ellos, hasta para los usuarios más noveles.
Este libro lo tengo yo. El problema, es que el 95% de lo que se ha escrito y se seguirá escribiendo, incluídas las monedas, están sin contexto arqueológico. Una moneda sin contexto no aporta nada y no se puede considerar científico, por mucho que se le dote de esta palabra.
ResponderEliminarSaludos.
Mientras no haya más prospecciones en las cercanía de centros mineros, este trabajo es lo más adecuado que hay en cuanto a estudios sobre el tema.
ResponderEliminarSaludos